Arequipa se encuentra a 2400 metros sobre el mar, allí donde empieza – o donde acaba – el desértico litoral peruano, escoltada por grandes volcanes de hasta 6000 metros casi permanentemente ocultos tras las nubes en esta época del año.
Pasear por las calles de la “ciudad blanca”, como se la ha bautizado debido al extensivo uso de piedra sillar – un tipo de roca blanca y porosa producto de flujos volcánicos – te transporta sutilmente a otro continente. Por momentos te da la sensación de estar en alguna ciudad norteafricana, Essaouira quizá.
"Arequipa, la ciudad blanca" por Sin piedras en los bolsillos (familia Bosch-Pérez) se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.