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Infinidad de vuelos y desplazamientos… y todas han vuelto a casa!
Ya hace unos días que hemos llegado a casa. La cabeza continúa espesa, como si no se quisiese acabar de despertar de un sueño maravilloso. El cuerpo se resiste a aterrizar sobre el asfalto y protesta dando fiebre y mocos como no lo había hecho en los últimos meses.
Las niñas saltan de un juguete a otro, sin saber exactamente donde pararse. Igual de expectantes que cada una de las veces que han llegado a una nueva casa durante el viaje. Eso sí, la dotación de juegos infantiles que ahora tienen a su alcance -a pesar de que la mayoría fueron escogidos a conciencia- resulta excesivo. También la cantidad de ropa que tienen en un único cajón para cada una.
Acostumbrados a vivir con cuatro mudas, pocas hojas y colores y algún cuento… siento la necesidad de vaciar la casa y que el verde exterior (que no veo por ninguna parte!) y las relaciones afectivas, íntimas, sociales, nuevas… lo llenen todo.
Hemos vivido abiertos al mundo, a sus paisajes, sus gentes y a nosotros mismos. Hemos entrado en infinidad de hogares, vidas y proyectos hasta entonces ajenos. Han entrado en nuestro corazón para quedarse. Y aunque cada vez que nos hemos despedido hemos intentado arañar algún trocito discreto pero significativo de cada lugar para conservarlo con nosotros en este retorno, cerrarse en casa con todos estas memorias y tesoros no parece una gran opción.
Pedacitos de todas partes, muchos obsequios de amigos nuevos
Los hemos visto en plena naturaleza y ahora en los juegos de las niñas
El reto que ahora se nos presenta es más grande que el que asumimos cando decidimos emprender este viaje largo en familia. Volvemos a estar aquí… pero ya no estamos en el mismo lugar.
sinpiedrasenlosbolsillos.com
Proyectos educativos a vincular, contacto con la naturaleza a consolidar, imágenes a ilustrar, nuevas expectativas, incertidumbres, anhelos… Este viaje acaba de volver a empezar.
"Empieza el viaje, de nuevo" por Sin piedras en los bolsillos (familia Bosch-Pérez) se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Recorde aquell dia (dos o tres dies després de tornar a casa del nostre viatge de 6 mesos…) quan vaig eixir sola de casa per anar a saludar als companys del treball… Em sentia lleugera, lleugera d’equipatge, sense la motxilla que tantes hores havia carregat…. I sense ells, no m’acompanyaven… Després de 6 mesos i 24 hores cada dia, no hi eren…. Anava lleugera, però les llàgrimes van caure sobre les meues galtes…
Jo vaig estar 7 mesos fora i vaig tenir exactament la mateix sensació, amb quatre coses n’hi ha prou per viure i ser feliç i la natura és una part essencial de la vida. Integrar tot el que heu viscut portarà temps però deixarà un pòsit per sempre. Bona tornada!
Avui arribo al final del vostre quadern… Amb uns dies de retard (sempre he portat un decalatge). Ara us desitjo que trobeu aquí, el que heu deixat allà
No hi ha gaires coses, d’allà, que no hi siguin, aquí, però potser cal un trencament, una immersió, un sotrac, per plantejar-se de trobar-ho. Suposo que és el cuquet amb que es torna… i tractant-se de tu, Sílvia, no descarto que les trobis :-p (perquè, fàcil, tampoc ho és… vivint com vivim d’unes inèrcies i amb uns valors, en algunes coses, tant diferents).
Molt petons, i quedem per bucejar quan volgueu
Hola, família!
Us hem anat seguint de lluny i me n’alegro molt que tinguem aprop persones que porten tantes experiències bones al cor!
Una abraçada des d’Igualada,
Marta
S’ha d’aprofitar l’energia positiva dels grans viatges per engegar els grans canvis. No puc més que somriure i restar a l’expectativa. Una abraçada x tots!
gracias por venir al hotel sula sula
Acabo de descubrir vuestro blog y me ha enamorado por completo! Gracias por compartir vuestra experiencia!
Paula