Poner nombre a las cosas es muy difícil. Y si ya lo es cuando es uno el que tiene que decidir, cuando son dos la negociación puede tomar proporciones épicas. Finalmente el nombre del blog es “Sin piedras en los bolsillos”, en parte como un homenaje a mi madre, en parte por el significado que tiene para nosotros.
Cuenta mi madre que cuando era pequeña no era más que huesos. Una rapaciña alta y delgada que faltaba a menudo a clase para llevar las vacas a pastar al prado, nada raro en esa época. Cuenta también que su padre, en los fríos y ventosos días de invierno, divertido al verla salir con las vacas por la pista abajo le gritaba: “Rapaza, enche os bolsillos de pedras, que vaiseche levar o vento!!”.
Dicen que todos llevamos un saco de piedras cargado a la espalda. Un saco con nuestra historia, con personas y momentos que hemos ido recogiendo por el camino. Con las cosas que hemos querido llevar y también con las que querríamos no haber cargado nunca. Para mí este viaje es como un intercambio de piedras: acojo nuevas experiencias personales y de familia, lugares con los que ahora tan solo sueño, gente que querré llamar mis nuevos amigos,… y a cambio espero dejar algunas piedras que últimamente me estaban pesando demasiado, piedras detrás de las cuales me escondía yo mismo.
Acabo con un poema atribuido a Benedetti, quien siempre ha tenido un lugar especial en nuestra casa, porque con él empezó para mí mi historia con Sílvia. Es una llamada, casi un grito, a no quedarse atrás, a avanzar, a mirar hacia adelante a pesar de lo que te mantenga atado.
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.Mario Benedetti

"No se te vaya a llevar el viento" por Sin piedras en los bolsillos (familia Bosch-Pérez) se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Me encanta el título y más ahora al saber que tiene que ver con tu historia. Andar por la vida sin lastres es una aspiración para muchos, felicidades por soltar piedras y ser capaces de volar!